Estos días los medios hablan de mujeres que se casan con ellas mismas porque no han encontrado el amor, porque se cansan de esperar a el hombre perfecto, porque está de moda la sologamia… y yo pienso ¡no han entendido nada!
¡¡¡Nos casamos con nosotras porque nos queremos!!!
¡¡NOS QUEREMOS!!
¡¡Me QUIERO!!
Quererme no me incapacita para querer a los demás. Es más, quererme me enseña a querer mejor a las demás.
Darme espacio, escucharme, atenderme, cuidarme, estar atenta a lo que necesito me deja ayuda a entender, escuchar, atender a las personas que me rodean.
Asumirme con mis errores, mis carencias me da la oportunidad de ver y respetar los errores de las otras.
Quererme me hace salir a la calle sin sed de amor, sin necesidad de mendigar “casito” por cualquier esquina. Así se lo conté a Gabriela Balarezo que lo cuenta genial para El Mundo y que recogió también la voz y experiencia de otras mujeres que también han pasado por el altar del amor propio.
¡¡Seguimos queriéndonos y gritándolo a los cuatro vientos!!